
Camine hasta llegar al paradero, tome la micro, subí junto con un "hola" efusivo al chofer, andaba con ánimo, él me miro amablemente y me dijo "buenos días"(eso no se ve generalmente en algunos "amables" choferes) me sente en el 2º puesto, pero no tenia una vista privilegiada hacia el exterior, mi vista estaba interrumpida por una cortina inmovible! :D y eso es primordial a la hora de escoger mi asiento.. me cambie y ahí sigo escuchando mi música mirando la gente, me agrada observar a la gente, me gusta como se va creando un mundo que gira en torno a mi música, busco los pasos que coincidan con el tambor de mi canción, ademas creo que hay una gran gama de belleza ahí, digna de admirar, desde el anciano que pide monedas hasta los niños que caminan de la mano de sus padres y que a pesar de ser niños se dan cuenta de más detalles que sus mismos padres..los niños observan todo, lo lindo es que a partir de lo que observan, crean un gran mundo imaginario lleno de sus propias maravillas y sus colores.

Mi viaje llega a su fin, repito mi frase de todos los días "en la esquina por favor...gracias"
camino y mi regreso a casa sigue siendo un poema..mientras camino las hojas caídas de otoño me abren un camino y obligan a las otras especies del suelo a moverse, danzan en la tierra al son del viento, lo observo y pienso lo bello que es esto, es impresionante que con el simple hecho observar algo tan insignificante y tan normal, se transforme en algo maravilloso digno de escribirlo ahora.. siento el aroma de mi barrio, mi calle, la misma gente en sus casas. El vecino que acumula basura afuera de su casa, saca su bicicleta para dar un paseo con su hija, intercambiamos un hola...mas allá esta ese hombre que trabaja arreglando autos, es muy apuesto la verdad, por lo mismo mi mirada se queda pegada un par de segundos en él cuando paso frente al taller, luego sigo mi camino y me olvido...paso por el negocio que queda a un par de casas de la mía...llego al fin mi casa, abro el portón, mi perro ladra y me sale a saludar.. saludo a todos, me tiro en la cama y cierro mis ojos y por unos segundos me alejo de este mundo y viajo en mi imaginación.

Cae la noche, tomo un café y termino de escribir.